Estas palabras quieren ser a la vez un recorrido y una propuesta.
En el inicio de este recorrido aparece un eclipse que poco a poco se va vistiendo de oscuridad, incertidumbre, miedo, muerte… Ante este panorama se empiezan a encender luces, con el sonido de los aplausos generosos y multitudinarios, salidos del alma, que reconocen y agradecen a la vez que invitan a resistir y seguir luchando por la vida, que es nuestro mejor tesoro.
En las páginas de este Boletín, queremos hacer memoria de este año y, sobre todo, de aquellas personas que, ante la oscuridad e incertidumbre, han trabajado esforzadamente por la vida, la familia, la cercanía en las relaciones y la liberación de un sinfín de dependencias, esas personas que quieren crecer en humanidad y armonía.
La propuesta. Las noches de luna nueva nos permiten ir percibiendo una pequeña claridad que apunta al horizonte, llena de esperanza y renueva los ánimos desgastados y cansados. Esta claridad ha sido posible gracias a la sinergia entre administraciones que orientan y entidades que aportan recursos y desarrollan programas; gracias al respaldo social y sanitario y, especialmente, gracias a la presencia continuada de socios y patronos de esta Fundación Aldaba, que velan cada día para que los más necesitados obtengan la dignidad que se merecen y los apoyos que la aseguren.
Y todo este recorrido y la propuesta conviven en época de luna nueva con la Navidad. Queremos expresaros de corazón nuestra felicitación sincera y agradecida a todas las personas que desde cada puesto y responsabilidad habéis hecho posible que Proyecto Hombre de Valladolid, aun en tiempos de Covid, haya continuado desarrollando su misión con más fuerza que nunca. Y sobre todo felicitamos a las familias y a sus hijos e hijas, que continúan confiando en nosotros y han hecho y hacen de este Proyecto compartido una realidad diaria de esperanza y mejor futuro para sus vidas.
“Una luz grande nos brilló” nos dice el profeta Isaías. Que esa luz que se hace Navidad ilumine y guíe el año 2021; vayamos recuperando la satisfacción del encuentro, la alegría de la fiesta, la normalidad de la vida y la esperanza de que una familia, sociedad y mundo mejores. Son posibles.
Luis A. Martínez Martínez.
Hermano de La Salle.
Presidente de Fundación Aldaba.