Con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer, desde Fundación Aldaba Proyecto Hombre queremos poner de manifiesto y visibilizar la difícil realidad de algunas de las mujeres que demandan ayuda en nuestra entidad: mujeres con problemas relacionados con el consumo de sustancias que, en este caso de nuevo, por el hecho de ser mujer, lo tienen más difícil.
Los factores que llevan a hombres y mujeres a iniciarse en el consumo de drogas o abusar de estas sustancias no siempre son coincidentes, como tampoco lo son sus patrones de consumo, las consecuencias o las necesidades que presentan cada uno de estos colectivos (las mujeres presentan mayor prevalencia de comorbilidad psiquiátrica, más frecuentes las experiencias traumáticas en la infancia o la vida adulta, más problemas laborales económicos y menor apoyo familiar).
Las mujeres con consumos problemáticos de sustancias perciben con más frecuencia e intensidad que los hombres que han fracasado a nivel personal, familiar y social. La estigmatización y el rechazo social que soportan las mujeres con problemas de adicción a las drogas son mayores que en el caso de los hombres, lo que refuerza su aislamiento y la ocultación del problema, así como la ausencia y/o demora en la solicitud de ayuda para superar el mismo.
Además existen otras diferencias de tipo psicológico que agravan aún más, si cabe, su situación como más baja autoestima, dependencia emocional, mayores dificultades de comunicación y asertividad que ellos. En suma, las mujeres se encuentran con mayores barreras que los hombres para iniciar los tratamientos.
A lo largo del último año, desde FA-PH estamos apostando por la mejora en la atención a las necesidades de las mujeres que demandan tratamiento, y hemos diseñado un Programa Específico de Atención a Mujeres. En dicha propuesta de intervención pretendemos:
- Incrementar la accesibilidad al tratamiento para ellas.
- Establecer un abordaje diferencial teniendo en cuenta el género (también con los hombres en tratamiento y las familias) en los programas de tratamiento
- Elaborar protocolos específicos de valoración y diagnóstico.
- Diseñar planes de tratamiento personalizados que den respuesta a las necesidades específicas detectadas en la evaluación inicial (protección de la maternidad, grupos terapéuticos de igualdad de género…)
- Asignar un profesional de referencia para todo su proceso de intervención.
- Incorporar diferencias relacionadas con otras variables contextuales (culturales, edad etc.).
Podemos concluir que tomar en cuenta las diferencias y las asimetrías entre las mujeres y los hombres, en el diseño, implementación y evaluación de los programas resulta esencial para dar las respuestas necesarias a estas personas. Desde FA-PH estamos comprometidos en tener en cuenta las desigualdades y trabajar para reducirlas, no solo para ser más eficaces, sino también para contribuir a una mayor equidad en nuestros tratamientos.
Cristina Julve
Terapeuta responsable del Programa Específico de Atención a Mujeres de Fundación Aldaba – Proyecto Hombre Valladolid.