En 1987, la Asamblea General de Naciones Unidas estableció el 26 de junio como el Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas. Este año, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), nos propone como lema:
Un mensaje de esperanza: los trastornos por uso de drogas son prevenibles y tratables.
Este mensaje considera que el éxito sostenido contra las drogas ilícitas requiere un enfoque equilibrado, cooperativo e integrado basado en las convenciones internacionales y dirigido tanto a la oferta como a la reducción de la demanda. Además incluye medidas integrales centradas en la prevención, el tratamiento y la rehabilitación.
Presentación de la Memoria en rueda de prensa
Fundación Aldaba – Proyecto Hombre aprovechó la celebración de este día para presentar su Memoria del año 2013, en rueda de prensa, haciendo suyo el mensaje de esperanza pero incorporando el siguiente análisis:
Aunque si bien es cierto que el discurso social “alarmista” sobre las drogas y sus efectos ha desaparecido del imaginario colectivo, el uso problemático de drogas, tanto legales como ilegales, no ha perdido actualidad y continúa amenazando la salud y el bienestar de jóvenes, adultos y sus familias. Por tanto aunque las drogas consumidas, el perfil de los consumidores y las motivaciones han cambiado respecto a décadas pasadas, y los observatorios internacionales parecen arrojar signos de cierta estabilidad, no debe haber margen para la complacencia debido a las nuevas amenazas que se vislumbran, junto a las problemáticas arraigadas y residuales.
Los medios de comunicación fueron convocados, el 25 de junio de 2014 a las 10:30 horas en el Centro Aldaba, en la Plaza España, número 12 de Valladolid, a la presentación de nuestra Memoria de actividades del año 2013. En este encuentro con los y las periodistas, la directora, Mª Paz de la Puente Martín y Ana Macías Rodríguez, coordinadora terapéutica de Fundación Aldaba – Proyecto Hombre, compartieron con los asistentes, además de los datos e información de las actividades realizadas durante el pasado año, algunas reflexiones sobre la situación en Valladolid de las adicciones y cómo la sociedad se está posicionando ante esta problemática.
Memoria 2013 de Fundación Aldaba – Proyecto Hombre
A continuación te presentamos las líneas de trabajo más destacadas que desarromos durante el año pasado. En este sentido, sin ánimo de minimizar otras actuaciones queremos resaltar las siguiente áreas que consideramos deben seguir reforzándose y desarrollándose en los siguientes ejercicios.
- Fortalecimiento de la atención a presos drogodelincuente, y por tanto de la colaboración con los Centros Penitenciarios de Palencia y de Valladolid y con el Centro de Inserción Social José Máximo Carrera dependiente del CP de Valladolid. Las personas con problemas de drogodependencias privadas de libertad responden en su mayoría al perfil tradicional de drogodependiente, esto es: largo historial de consumo, escasa estructuración personal, bajo apoyo familiar y social, e importantes problemas de sanitarios y judiciales. Probablemente sea el colectivo en mayor riesgo de exclusión y con mayores dificultades de inserción. Destacamos también el trabajo iniciado con mujeres drogodependientes privadas de libertad.
Durante el año 2013 hemos atendido a 160 personas en nuestros programas intrapenitenciarios. De ellas, 19 se han incorporado en programas para el cumplimiento de penas en régimen extrapenitenciario.
La Comunidad Terapéutica ha atendido a 54 personas y el programa ambulatorio Alter a 56.
La comorbilidad psiquiátrica en la mayoría de las personas drogodependientes en tratamiento. Esta circunstancia, obliga al abordaje paralelo de la enfermedad mental y de la drogodependencia. El ingreso en los programas ambulatorios y residenciales de Fundación Aldaba suele ser normalmente exitoso y se produce mejoras observables en áreas comportamentales, cognitivas y relacionales. La dificultad vuelve a ser la inserción socio laboral de estos colectivos cuyo pronóstico parece indicar que será exitoso si cuentan con un mínimo de supervisión y control. Esta circunstancia no siempre es posible porque el entorno socio familiar de estas personas suele estar muy debilitado.
El 30 % de las personas drogodependientes admitidas a tratamiento cuenta con un diagnóstico psiquiátrico previo a su ingreso.
- La inserción laboral de las personas en tratamiento es especialmente complicada por su escasa cualificación y recorrido en dicho ámbito. Hoy más que nunca se presenta como una circunstancia obligada que debe ser incorporada en el proceso de rehabilitación y que de no ser así la probabilidad de recaída aumenta exponencialmente.
En el 2013, 80 personas fueron atendidas en el Servicio de Orientación Laboral. 25 encontraron trabajo.
- Proyecto Joven. Dirigido a jóvenes con usos problemáticos de drogas y a sus familias. Cumplimos un año de la apertura del Centro Aldaba con una valoración muy positiva en relación al servicio desempeñado en las nuevas instalaciones. Destacamos la baja percepción del riesgo en lo que respecta al consumo de alcohol, por parte de las familias y de los jóvenes. Se da la paradoja de que el alcohol es una droga de abuso en prácticamente todos los casos, sin embargo es el abuso de cannabis la sustancia principal por la que se inicia tratamiento. El éxito terapéutico es superior al 90% en los casos que finalizan el programa, esto es disminución o desaparición del consumo, recuperación de la normalidad familiar, uso saludable del tiempo libre, establecimiento de relaciones no consumidoras e incorporación al sistema educativo o laboral según casos. La detección precoz es fundamental para minimizar los daños y garantizar el éxito terapéutico.
Durante el 2013 se incorporaron al programa 48 jóvenes y 65 padres y madres. Otras actividades de formación y sensibilización en prevención incorporaron en sus programas a más de 1.400 padres y madres.
- Y por último queremos destacar que el trabajo en coordinación con otras entidades vinculadas directa o indirectamente a las personas usuarias de nuestros programas con el objetivo de optimizar y mejorar la eficacia de nuestros servicios. A su vez, las actuaciones dentro de las líneas establecidas por los planes autonómicos, municipales y provinciales es una constante obligada en nuestro modo de proceder, que consideramos fundamental para el éxito en nuestra atención.
El consumo de drogas tanto en jóvenes como en adultos, coloca a la persona en una posición de cierta “desventaja” social en cuanto que afecta al desarrollo de sus capacidades y produce consecuencias negativas en su salud. Por tanto el consumo de drogas aumenta la probabilidad de exclusión social. El uso problemático de sustancias psicoactivas es una realidad preocupante y que puede afectar a cualquier persona independientemente de su posición económica, cultural o social.
Sorprende que aunque cada vez existe una mayor conciencia de los riesgos, el discurso social mantiene su ambivalencia ante esta problemática. La sociedad en general, políticos, educadores, padres y madres deben hacer un esfuerzo por incrementar la percepción del riesgo y reducir sus planteamientos condescendientes y tolerantes frente a los consumos de drogas, sobre todo en lo que respecta a los jóvenes y el alcohol.
Por tanto desde nuestra organización apostamos firmemente por la consolidación de las actuaciones y programas preventivos con evidencia científica y desde una perspectiva comunitaria, consideramos que la asistencia al drogodependiente debe asegurarse y mantener sus índices de calidad y que la inserción sociolaboral debe ser una prioridad para todos los implicados en la atención a los drogodependientes y para la sociedad en general.
