En Proyecto Hombre Valladolid invitamos a pararse y reflexionar sobre la violencia filioparental, una problemática social emergente en familias, mediante un impactante vídeo con testimonios reales.
Se denomina violencia filioparental a los comportamientos agresivos repetidos contra los padres o tutores. Se puede ejercer de manera psicológica, física, verbal o económica y persigue el objetivo de tener el control familiar. En 2019, la cifra de jóvenes que ejerció la violencia verbal sobre sus progenitores alcanzó los 12.500 en la Comunidad, mientras que otros 3.300 lo hicieron también de manera física. Sólo 1 de cada 8 padres denuncian esta situación, pero el dato más preocupante es que se ejerce básicamente contra las madres.
Desde 2018, Proyecto Hombre Valladolid tiene un programa específico de prevención e intervención en violencia filioparental bajo el nombre de “EIRENE”, financiado por la Fundación Iberdrola, y con la colaboración de la Diputación de Valladolid y Ayuntamiento de Valladolid. El objetivo es fomentar las relaciones de buen trato entre los miembros de la familia y erradicar la violencia intrafamiliar. Se pretende establecer nuevas y relajadas vías de comunicación. “creamos un clima confortable para plantear aquellas preguntas que estresan la comunicación familiar y procuramos respuestas en positivo, enseñamos la técnica de la resistencia no violenta”, dice el responsable del programa, José Aldudo.
Este programa también intenta concienciar a la población en general y a las familias en particular de esta problemática. Por este motivo la entidad ha puesto en circulación un impactante vídeo con testimonios reales de las terapias realizadas durante el último año. “¿Por qué me odias? “¿Por qué gritas cuando hablas con mamá?” “¿Por qué me dices que mejor con cualquiera que conmigo?” “¿Por qué te cuesta aceptar las cosas como son?”, son algunas de las dudas que expresan tanto padres y madres como jóvenes. Además, se puede escuchar el rap resultado de los métodos expresivos (música, expresiones gráficas o arte) que utiliza este programa para colocar las emociones y situaciones desbordantes de los adolescentes.
Gracias al programa Eirene se deja abierta la puerta a la esperanza y al restablecimiento de una comunicación sana entre todos los miembros de la familia, porque después de completar el itinerario terapéutico, la mayor parte de las familias experimentan mejoras significativas en la forma de relacionarse y en el ambiente familiar.